Cuando los padres están separados

La custodia de los hijos suele darse en un 80% a las madres, aunque se va yendo cada vez más hacia la compartida y hacia la flexibilidad. Se trata de que el centro sea el hijo. No obstante, en la práctica, el papel del padre en la educación de los hijos depende de la buena voluntad de la madre. En algunos casos en que los padres no atienden sus obligaciones económicas, las madres no ven otra manera de presionar para obtener las mismas, que no sea la de prohibir que vean a los hijos.
Resulta muy doloroso para muchos padres verse limitados en su papel y cada vez hay más padres que pierden el contacto con los hijos ya que muchas veces se reduce tan solo al pago de la pensión o a quedarse como referente biológico y legal, disminuyéndose el contacto con el padre afectivo. En EEUU se va dando el fenómeno de padres divorciados que al formar una nueva familia, van desentendiéndose progresivamente de los hijos del matrimonio anterior.
La desaparición del padre va siendo no tan solo simbólica sino también física, pasando a ocupar la madre un lugar, en ocasiones, exclusivo.
Si el padre no participaba habitualmente en la cotidianeidad de los hijos, cuando se separa y no vive con ellos, le cuesta más mantener su identidad de padre y dependerá de su capacidad para afrontar la nueva situación y de sus recursos afectivos. Por el contrario puede ocurrir que al estar solo con sus hijos vaya desarrollando aspectos de la crianza en los que antes no participaba.
El duelo por el padre idealizado que se efectúa en la adolescencia será muy difícil si coincide con la separación de los padres y, por alguna circunstancia, el padre queda alejado de los hijos. En esta situación si la madre tiene una nueva pareja, ésta puede encontrarse con toda la oposición que iría dirigida hacia el propio padre.

Eduardo Montoro

Phasellus facilisis convallis metus, ut imperdiet augue auctor nec. Duis at velit id augue lobortis porta. Sed varius, enim accumsan aliquam tincidunt, tortor urna vulputate quam, eget finibus urna est in augue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario